Es una lástima que no estés conmigo cuando miro el reloj y son las cuatro y acabo la planilla y pienso diez minutos y estiro las piernas como todas las tardes y hago así con los hombros para aflojar la espalda y me doblo los dedos y le saco mentiras..
Es una lástima cuando miro el reloj y son las cinco y son una manija que calcula intereses o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas o un oído que escucha cómo ladra el teléfono o un tipo que hace números y les saca verdades...
Es una lástima cuando miro el reloj y son las seis... podrías acercarte por sorpresa y decirme "¿que tal?" y quedaríamos yo con la mancha roja de tus labios tú con el tizne azul de mi carbónico...
Mario Benedetti
Podrías acercarte por sorpresa y decirme "¿Que tal?"
(mi parte favorita)
Diana P.
Genial! Muy interesante!
ResponderEliminarGracias :)
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